Otis es una gata de aproximadamente 3 años de edad.
Apareció de repente en un barrio residencial pidiendo comida en una colonia felina y con las dos orejas muy hinchadas. La cuidadora de la colonia decidió recogerla y llevarla al veterinario; el diagnóstico fue que tenía dos otohematomas, uno en cada oreja, y había que tratarlos rápidamente. La única secuela que le ha quedado es que una sus orejas están un poco «chafadas», tal como podéis ver en las fotos. No obstante, eso no le impide escuchar perfectamente y estar la mar de bien de salud.
Es una gata muy cariñosa, le encanta tumbarse al sol, comer y adora estar con personas.
Con gatos no es muy sociable, mostrándose a veces dominante. Sin embargo, si en casa el compañero gatuno es sumiso o pasa de ella, todo va bien.
Con perros no es compatible.
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